Publicado en Mural el 2 de marzo de 2011, primera sección página 6
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Hace cerca de un año los "opositodos malnacidos" (Herbert Taylor dixit) estaban organizando la rifa de una bici exótica, plegable y sin cadena, con transmisión por flecha. El dinero de la rifa se usó para financiar el viaje a York, Inglaterra, de tres opositodos. Se fueron hasta allá, entre otras cosas, para documentar en video la opinión sobre la Vía Express de los principales expertos en movilidad del mundo que asistían al congreso anual de la Carfree cities. El vídeo con la -demoledora- opinión de los expertos se puede ver en youtube. En síntesis, lo que vienen a decir es que está demostrado que la inversión dirigida exclusivamente a crear infraestructura para los automóviles no sólo no resuelve el problema de movilidad, sino que lo agudiza; la movilidad de las ciudades debe articularse en torno al transporte público, el uso de la bici y las facilidades para caminar; más calles traen más coches, es el cuento de nunca acabar.
Como el Gobierno del Estado ignoró estas primeras críticas de los opositodos, ellos se dirigieron a los vecinos de Avenida Inglaterra y los convencieron de que verían disminuida su calidad de vida y el valor de sus fincas. Los vecinos se organizaron para protestar haciendo un parque ciudadano donde iría la Vía Express. Todos los sábados salen por la mañana para limpiar la servidumbre de las vías del tren, plantar árboles, organizar talleres en su nuevo jardín, etcétera. El asunto se complicó porque un diputado participó en las protestas. Emilio entonces acusó la politización de su proyecto. Vino a decir que no hay un solo argumento técnico contra la Vía Express y que la oposición lo boicotea sólo para malograr su gestión.
Y entonces cometió el error; como si los opositodos no hubieran hecho nada antes, aseveró que de haber argumentos técnicos contra la Vía Express, la cancelaría.
Le salió mal la jugada. El Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco y el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco (CICEJ), unánimemente se sumaron a los opositodos en su rechazo a la Vía Express.
Por increíble que parezca, el jueves pasado Fernando Guzmán dijo que la Vía Express no está cancelada. Se me ocurren dos posibles explicaciones a esta forma de comportarse tan obstinada como irracional.
La primera cae en el trillado lugar común de la fe ciega del Gobernador. Para él, no hay argumento que valga si está en contra de lo que él cree. Sabe que la Vía Express debe construirse de la misma forma que Noé sabía que el Arca era debía hacerse. Dios se lo dijo y oponérsele es oponerse a la voluntad divina.
La segunda explicación la tomo prestada de la Revista Nexos. Emilio comparte con Peña Nieto y Ebrard la ambición por llegar a la Presidencia y en este país que todavía no se entera bien de cómo se hace una ciudad habitable, poner Vías Express, Supervías o Viaductos Elevados es requisito sine qua non para llegar al poder. Todavía no nos enteramos de que "una ciudad avanzada no es aquella en la que los pobres pueden moverse en coche, sino una en la que incluso los ricos utilizan el transporte público", como dice Enrique Peñaloza, ex Alcalde de Bogotá.
Nos urgen las candidaturas independientes para poder votar por algún opositodo.
Carlos López Zaragoza es doctor en filosofía y académico
www.twitter.com/carloslz
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